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El Ayuntamiento volverá a sacar a concurso la construcción del ascensor de Jolastokieta, cuya primera licitación quedó desierta en diciembre del pasado año por la falta de interés de las empresas en este contrato. La razón no fue otra que el alza del precio del acero y otros materiales provocada por la pandemia, una distorsión que los pliegos originales no contemplaban y que hacían inviable ejecutar el proyecto por el presupuesto de salida fijado por el gobierno municipal.
Ahora, aquellos 458.000 euros se incrementarán casi un 22% hasta los 558.000 euros, es decir, 100.000 euros más, cantidad que permite actualizar el coste de los suministros y hacer que la operación sea atractiva para los posibles licitadores.
Según explica la concejala de Proyectos Urbanos, Duñike Agirrezabalaga, para avanzar con la tramitación es preciso que la Junta de Gobierno Local apruebe el martes el proyecto reformado de implantación del elevador vertical en este ámbito de Altza. Después, se dará luz verde a los nuevos pliegos y se volverá a lanzar el concurso público, que requerirá de unos cuatro meses hasta la adjudicación, tal y como establece la ley.
La delegada socialista recuerda que el futuro ascensor de Jolastokieta salvará un desnivel de diez metros entre el paseo Bertsolari Txirrita y el de Larratxo, tendrá tres paradas y contará con una cabina panorámica con capacidad para ocho personas. La estructura consistirá en un núcleo vertical metálico acabado en vidrio.
Además, en las escaleras y rampas existentes se colocarán dobles pasamanos, como exige la normativa. Asimismo, los 65 peldaños que forman la actual escalinata tendrán una ligera pendiente para la efectiva evacuación del agua, se renovarán las barandillas, se adecuará el pavimento y se sustituirá mobiliario urbano antiguo. Las obras tendrán una duración estimada de ocho meses, por lo que si no surgen contratiempos añadidos el ascensor entrará en servicio en primavera de 2023.