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Labores de excavación sobre el terreno en el que se pretende ubicar el ascensor y un muro de contención. / Y. R.
Desde que en diciembre de 2012 echara a andar el primer tren soterrado de Durango, ha pasado una década para ver el fin de las obras de la estación. Acaban de arrancar los últimos remates para dar por concluidos los trabajos de la nueva estación diseñada por Zaha Hadid, la primera mujer en ganar el Pritzker, el Nobel de la Arquitectura. Con una inversión de 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de un año, se llevarán a cabo los trabajos de construcción del ascensor principal y del muro de contención, unas obras que irán en paralelo a las labores de descontaminación de la parcela de los antiguos talleres y cocheras de Euskotren, que ocupan una superficie de 20.580 metros cuadrados.
Tras la apertura hace un año del acceso principal a la estación, Euskal Trenbide Sarea (ETS) arranca la construcción del nuevo ascensor en la vertiente norte de la estación, próximo al último tramo de escaleras mecánicas habilitado y que llevará a los usuarios hasta el vestíbulo salvando un desnivel de 10 metros. Esta nueva entrada directa desde Geltoki kalea requerirá de la instalación de nuevas máquinas canceladoras y una expendedora de billetes en la mezzanina, ya que en la actualidad el acceso a los andenes se realiza únicamente por el extremo opuesto.
El elevador, con capacidad para 13 personas, contará con estructura metálica recubierta de vidrio, minimizando así el mantenimiento y el riesgo de daños por actos vandálicos. La urbanización exterior se efectuará mediante baldosa prefabricada de hormigón.
Además, el muro de contención provisional se retirará para hacerse definitivo. Tendrá una estructura de hormigón armado. La nueva estructura proyectada se extiende a lo largo de 87 metros de longitud que discurrirá por todo el lado norte de la estación y salvará un desnivel algo inferior a los 10 metros. Según informaron desde ETS, los 67 metros de la parte oeste se acometerán con la colocación de 27 módulos de muro prefabricado de 2,40 metros de ancho cada uno. Los 20 metros restantes de la parte este, por su parte, se ejecutarán in situ.
«El ámbito entre el muro de nueva construcción y el lucernario de vidrio existente se cerrará con una cubierta ligera impermeable», explicaron. Asimismo, los paneles exteriores serán de zinc, con la misma forma y color que los actuales en el resto de la terminal.
Esta misma semana también han comenzado los trabajos de descontaminación de la parcela de los antiguos talleres y cocheras de Euskotren. Esta área está incluida en el inventario de suelos que han soportado actividades o instalaciones potencialmente contaminantes del suelo. «En su día se llevaban a cabo labores de mantenimiento y reparación del parque móvil de Euskotren», por lo que es necesaria la descontaminación del terreno.
Según explicaron, debido a que en dicho solar se prevé la construcción de en torno a 154 viviendas y la habilitación de espacios libres, en el marco del preacuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Durango y el Gobierno vasco para el proyecto urbanístico sobre los terrenos liberados tras el soterramiento del tren en la villa.