Cómo hacer el amor en un probador y qué pasa si os pillan

2021-12-28 00:27:11 By : Mr. Leo Hu

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Te damos todas las claves para poder hacer realidad una de las fantasías sexuales más arriesgadas.

El sexo en lugares públicos es una constante en las fantasías sexuales de muchas personas. Según datos de Statista, un 50% de los españoles entre 26 a 34 años ha tenido sexo en lugares públicos y le ha gustado, aunque un 14% también afirma que no volvería a repetir.

Y es que el sexo fuera de casa es un deporte de riesgo, las posibilidades de que te descubran y pasar mucha vergüenza son elevadas y eso no es algo que le guste a todo el mundo, pero si todo sale bien, puede ser una experiencia memorable.

En otros artículos os hemos hablado ya de unos cuantos lugares donde tener relaciones sexuales como un avión, un ascensor o un coche, pero en este os contaremos sobre uno de los sitios más arriesgados debido a las altas posibilidades de ser descubiertos. Estamos hablando de hacer el amor en unos probadores.

Bien, comencemos. Es evidente que no todos los probadores son adecuados para la misión que tenemos hoy. ¿Estáis en una pequeña tienda de ropa de tu barrio? Vale, pues estáis locos si pretendéis hacerlo allí. Demasiado silencio, demasiada proximidad, demasiada atención.

Para tener sexo en unos probadores tenéis que elegir una tienda grande, cuanto más grande mejor: unos grandes almacenes, vamos. Donde haya muchísimos probadores, grandes y que no estén demasiado vigilados por los dependientes.

De hecho, incluso en estos lugares, tendréis que elegir una zona que esté relativamente tranquila, pero no demasiado. Y lo mismo pasa con el horario. Aprovechar la hora en la que hay cambio de turno de los dependientes es una buena opción.

Ni que decir tiene que para hacer el amor ahí dentro, la discreción ha de ser absoluta. Nada de aspavientos, ni grititos, ni gemidos. Eso dejadlo para el dormitorio. Aquí hay que adoptar una actitud muy de comando, de acción rápida y silenciosa. Que nadie se dé cuenta de que habéis pasado por ahí.

Habitualmente las tiendas tienen una estricta política de no admitir a más de una persona dentro de un probador. Por algo será. Por tanto, tenéis que aprovechar un momento de distracción para colaros los dos ahí dentro.

Unas cortinas que se mueven demasiado pueden delataros tanto como la sirena de un camión de bomberos. Así que una de las máximas de todo esto es que las cortinas cierren muy bien, pero sobre todo que no se muevan ni un milímetro.

Algunos grandes almacenes cuentan con puertas en lugar de cortinas en sus probadores, eso es un plus.

Lo sentimos pero en este tipo de sexo no podremos prestar especial atención a los preliminares. El sexo en sí, dentro del probador, tiene que ser lo más breve posible (aquí te damos algunas claves para tener sexo rápido), así que quizá la mejor opción es que ya entréis con el trabajo medio hecho. O sea, que os pongáis calientes antes de que empiece la cosa, mientras estáis planeando la acción. Probablemente la emoción de lo que está a punto de pasar haga ese trabajo por vosotros.

Una vez que estéis dentro, el silencio tiene que ser total. Evitad incluso respirar fuerte, porque puede descubriros. Tendréis que expresar vuestro placer a través de gestos o caras. Bienvenidos al mundo del mimo.

Una gran opción para el sexo en probadores es el sexo oral. Es silencioso y poco aparatoso. Pero si estáis buscando emociones un poco más fuertes, siempre podéis hacer uso del pequeño asiento que suele haber en este tipo de cubículos. Sirve tanto para chico-chica como para chico-chico. La persona que penetrará estará sentado mientras el otro miembro de la pareja se colocará sobre el pene con la mayor suavidad posible. Los movimientos siempre tendrán que ser lentos.

Otra opción será que la persona que será penetrada se ponga de espaldas y se apoye en este mismo asiento o en una de las paredes del probador, pero sin que el movimiento haga temblar el habitáculo. Si lo hace, daros por pillados.

Por respeto al establecimiento y a las personas que entren al probador después que vosotros, evitad manchar nada: ni la ropa, ni el probador.

Increíble. ¡Lo habéis conseguido sin llamar la atención de nadie! Ahora es importante que salgáis del probador con la mayor naturalidad posible. Una conversación rápida sobre las tallas o algún comentario sobre la ropa será perfecto y evitará que, aunque sospechen de vosotros, probablemente no os digan nada.

No miréis mucho a vuestro alrededor, evitad el contacto visual con los dependientes y salid de allí lo antes posible.

¿Pero qué ocurre si pasa lo más temido del sexo en lugares públicos? Probablemente, si os pillan, la situación no se convertirá en la mejor experiencia de vuestra vida. Es posible que os traten regular y que llamen a algún encargado de seguridad.

En el peor de los casos, se podría incluso presentar la policía. Intentad mantener la calma porque realmente poco os pueden hacer, sobre todo si realmente nadie os ha visto ni se os puede acusar de exhibicionismo.

Sí que es cierto que algunos ayuntamientos como los de Lugo, Granada o Málaga, tienen ordenanzas en contra del sexo en lugares públicos. Si estáis en una ciudad que tenga estas leyes, os podrías enfrentar a una multa que podría ser de entre 750 y 3.000 euros.

La cárcel, por ahora, tendrá que seguir esperando.