Un futuro sostenible, en todos los sentidos - Noticias de Gipuzkoa

2022-05-29 13:23:59 By : Mr. Wekin Cai

El Ayuntamiento de Legazpi va a habilitar once apartamentos para los mayores y diez pisos para los jóvenes en Ezkurrenea

L os ayuntamientos de Legazpi, Urretxu y Zumarraga tienen entre manos tres proyectos innovadores, relacionados con la sostenibilidad del planeta y la sociedad. Zumarraga ha puesto en marcha una comunidad energética, Legazpi va a reunir a vecinos de distintas generaciones en el edificio Ezkurrenea y Urretxu busca transformar el concepto del envejecimiento.

En el marco de la transición energética, el Ayuntamiento de Zumarraga y la Diputación Foral de Gipuzkoa han puesto en marcha una comunidad energética. Se han instalado placas fotovoltaicas en distintos edificios públicos del municipio y los vecinos que han decidido participar en la iniciativa consumen energía verde, ahorrando dinero.

Se han inscrito 194 vecinos: 169 hogares y 25 comercios. El 20-30% de la energía que consumen procede de las placas fotovoltaicas instaladas en los edificios públicos del municipio y el 70-80% restante la compran. La energía que compran es verde y la consiguen a un precio favorable, debido a que tienen fuerza para negociar.

El departamento de Medio Ambiente ha invertido 75.000 euros en este proyecto y el Ayuntamiento 50.000. Las placas se han instalado en las cubiertas de la cancha del barrio Izazpi, la casa de cultura, la grada del estadio Argixao, las escuelas de Antonino Oraa y un edificio de la calle Busca Isusi. Se han instalado 1.100 metros cuadrados de placas.

Los miembros de la comunidad energética han pagado una cuota de entrada de 150 euros y abonan 6,5 euros al mes por el mantenimiento de las mismas. Pueden abandonar la comunidad en cuanto lo deseen.

En relación con la transición energética y la comunidad energética, el Ayuntamiento tiene intención de poner un automóvil eléctrico a disposición de los miembros de esta comunidad. Cabe destacar que Zumarraga cuenta ya con dos puntos de recarga (en el polígono industrial Argixao y en el parking subterráneo de la estación) y en breve contará con un tercero (en el parking del Zelai Arizti).

En cuanto al Ayuntamiento de Legazpi, está trabajando para afrontar los retos que plantea el envejecimiento de la población. Esta localidad siempre ha sido pionera en políticas sociales (los 25 pisos tutelados de Meazti Etxea y el servicio de atención diurna son buena prueba de ello) y en la actualidad está trabajando con la Diputación en la estrategia para hacer frente a la soledad no deseada (Hariak). Además, ha participado en el proyecto piloto GizarteLab, que promueve el envejecimiento activo.

Cuando surgió la oportunidad de comprar la pensión de la empresa Bellota (edificio Ezkurrenea), el Ayuntamiento decidió convertirlo en un espacio para la convivencia y la colaboración entre los legazpiarras de distintas generaciones. En Ezkurrenea habrá pisos para los jóvenes que tienen dificultades para encontrar una vivienda y para los mayores que están en la lista de espera de Meazti Etxea.

El proyecto cuenta con la participación de la Diputación y Mondragon Unibertsitatea. Se va a renovar el ascensor y en la planta baja se habilitarán un comedor y un espacio para el servicio de atención diurna. Este servicio estará destinado a las personas en riesgo de padecer soledad no deseada. Será un lugar donde podrán socializar durante cuatro horas y se les ofrecerá también servicio de comedor.

En Ezkurrenea se habilitarán también once apartamentos para mayores y diez para jóvenes. El presupuesto del proyecto asciende a dos millones de euros. El objetivo es crear una comunidad en la que los unos se ayuden a los otros.

El Ayuntamiento de Urretxu también está preocupado por el envejecimiento de la población y forma parte del proyecto Zain-tza HerriLab, junto con el departamento de Políticas Sociales de la Diputación y la fundación Adinberri. El aumento de la esperanza de vida provocará un progresivo incremento de las personas en situación de dependencia y el actual modelo de prestación de servicios no será capaz de dar respuesta a estas necesidades. El Ayuntamiento, con la ayuda del Instituto Matia, está trabajando en un proyecto para poner en marcha un modelo de cuidados de larga duración en el entorno domiciliario, centrado en las personas y de base comunitaria. Se cumplirán los deseos de las personas que necesitan ayuda y se promoverán la autonomía, la calidad de vida y la rápida respuesta a las distintas necesidades. Para ello, se desarrollará la figura del gestor de caso: un trabajador social se encargará de todo lo relacionado con el usuario, poniendo los recursos a su disposición en cada momento preciso (en la actualidad es el usuario el que solicita los recursos). n